Además, la incertidumbre económica generada por la administración de Trump podría desalentar la inversión extranjera directa hacia México, en especial en proyectos de “nearshoring”. Fitch advirtió que estados como Baja California, Ciudad de México, Nuevo León y San Luis Potosí, que han recibido altos niveles de inversión estadounidense, podrían ver una reducción en el interés de los inversionistas si las políticas de Trump incentivan el
En cuanto a las remesas, que son un ingreso fundamental para estados del sur como Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Zacatecas, las políticas migratorias de Trump podrían reducir su flujo, afectando tanto la demanda interna como el bienestar de las familias que dependen de
Una disminución en las remesas impactaría la demanda interna y la calidad de vida de las familias dependientes de estos ingresos, afectando la capacidad fiscal de los estados y aumentando el gasto social para atender la demanda de servicios públicos y programas sociales. Esto sería consecuencia del incremento en las deportaciones de migrantes mexicanos y una mayor contención de migrantes en tránsito hacia Estados Unidos provenientes de Centroamérica y otras regiones.
Ante esta situación, Fitch sugirió que los estados podrían verse obligados a redirigir el gasto público hacia programas sociales, lo que afectaría los presupuestos y podría llevar a posponer proyectos de infraestructura esenciales para el desarrollo. Además, advirtió que el endeudamiento podría aumentar, afectando la sostenibilidad fiscal de los estados, encareciendo la deuda y limitando la capacidad de inversión futura.
Fitch confirmó que monitoreará las políticas de la administración Trump y su impacto en la economía mexicana, prestando especial atención a los estados cuya calificación crediticia podría verse afectada por estos factores. El resultado final, según la calificadora, dependerá de las decisiones de ambos países y de su habilidad para manejar los desaf.
Fitch indicó que una posible revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) podría aumentar las barreras comerciales y afectar la competitividad de los productos mexicanos. Cualquier alza en aranceles o restricciones a las importaciones tendría un impacto directo en los ingresos fiscales derivados del comercio y en la recaudación de impuestos, especialmente en sectores manufactureros clave.
Además, la incertidumbre económica generada por la administración de Trump podría desalentar la inversión extranjera directa hacia México, en especial en proyectos de “nearshoring”. Fitch advirtió que estados como Baja California, Ciudad de México, Nuevo León y San Luis Potosí, que han recibido altos niveles de inversión estadounidense, podrían ver una reducción en el interés de los inversionistas si las políticas de Trump incentivan el
En cuanto a las remesas, que son un ingreso fundamental para estados del sur como Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Zacatecas, las políticas migratorias de Trump podrían reducir su flujo, afectando tanto la demanda interna como el bienestar de las familias que dependen de
Una disminución en las remesas impactaría la demanda interna y la calidad de vida de las familias dependientes de estos ingresos, afectando la capacidad fiscal de los estados y aumentando el gasto social para atender la demanda de servicios públicos y programas sociales. Esto sería consecuencia del incremento en las deportaciones de migrantes mexicanos y una mayor contención de migrantes en tránsito hacia Estados Unidos provenientes de Centroamérica y otras regiones.
Ante esta situación, Fitch sugirió que los estados podrían verse obligados a redirigir el gasto público hacia programas sociales, lo que afectaría los presupuestos y podría llevar a posponer proyectos de infraestructura esenciales para el desarrollo. Además, advirtió que el endeudamiento podría aumentar, afectando la sostenibilidad fiscal de los estados, encareciendo la deuda y limitando la capacidad de inversión futura.
Fitch confirmó que monitoreará las políticas de la administración Trump y su impacto en la economía mexicana, prestando especial atención a los estados cuya calificación crediticia podría verse afectada por estos factores. El resultado final, según la calificadora, dependerá de las decisiones de ambos países y de su habilidad para manejar los desaf.Fitch indicó que una posible revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) podría aumentar las barreras comerciales y afectar la competitividad de los productos mexicanos. Cualquier alza en aranceles o restricciones a las importaciones tendría un impacto directo en los ingresos fiscales derivados del comercio y en la recaudación de impuestos, especialmente en sectores manufactureros clave.
Además, la incertidumbre económica generada por la administración de Trump podría desalentar la inversión extranjera directa hacia México, en especial en proyectos de “nearshoring”. Fitch advirtió que estados como Baja California, Ciudad de México, Nuevo León y San Luis Potosí, que han recibido altos niveles de inversión estadounidense, podrían ver una reducción en el interés de los inversionistas si las políticas de Trump incentivan el
En cuanto a las remesas, que son un ingreso fundamental para estados del sur como Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Zacatecas, las políticas migratorias de Trump podrían reducir su flujo, afectando tanto la demanda interna como el bienestar de las familias que dependen de
Una disminución en las remesas impactaría la demanda interna y la calidad de vida de las familias dependientes de estos ingresos, afectando la capacidad fiscal de los estados y aumentando el gasto social para atender la demanda de servicios públicos y programas sociales. Esto sería consecuencia del incremento en las deportaciones de migrantes mexicanos y una mayor contención de migrantes en tránsito hacia Estados Unidos provenientes de Centroamérica y otras regiones.
Ante esta situación, Fitch sugirió que los estados podrían verse obligados a redirigir el gasto público hacia programas sociales, lo que afectaría los presupuestos y podría llevar a posponer proyectos de infraestructura esenciales para el desarrollo. Además, advirtió que el endeudamiento podría aumentar, afectando la sostenibilidad fiscal de los estados, encareciendo la deuda y limitando la capacidad de inversión futura.
Fitch confirmó que monitoreará las políticas de la administración Trump y su impacto en la economía mexicana, prestando especial atención a los estados cuya calificación crediticia podría verse afectada por estos factores. El resultado final, según la calificadora, dependerá de las decisiones de ambos países y de su habilidad para manejar los desaf.